Hostal HorizonteBlogs / El Museo Arqueológico Nacional reabre sus puertas

El Museo Arqueológico Nacional reabre sus puertas


J. L. Gamallo. Por fin, después de 6 años de espera y de obras, el Museo Arqueológico Nacional abría sus puertas, y la coincidencia con el funeral de Estado del presidente Adolfo Suárez, impidió que la Reina de España oficiara la reapertura. Así, el 31 de marzo se juntaron las autoridades pertinentes, encabezadadas por don Mariano  Rajoy para dar el marchamo final al Museo, que se puede considerar como el colofón del Paseo del Arte, donde se ubican los principales Museos de Madrid, Reina Sofía, Caixa Forum, Prado, Thyseen, Naval, Artes Decorativas, Palacio de Cibeles, y ahora ya, de espaldas a la Biblioteca Nacional, entrando por la calle Serrano, el Museo Arqueológico, que ha visto pasar su superficie útil de 19.280 a 23.303 metros cuadros, y que han supuesto una inversión de 65.000.000 de euros. De todas formas hubiera sido interesante, aunque los gastos hubieran sido mayores, llevar el Museo al Palacio de Buenavista, como se llevó a barajar en algún momento. También las salas de exposiciones han visto aumentada su capacidad, pasando de 7.000 a cerca de 10.000 metros cuadros, que permitirán ofrecer con mayor disponibilidad y comodidad una gran parte de nuestro acervo histórico desde el Paleolítico hasta el siglo XIX, pasando por elementos de Grecia, Roma, Oriente, Egipto y Nubia. Así se podrán admirar de nuevos las grandes joyas del arte ibérico como son la Dama de Elche, la Dama de Baza y la Dama oferente del Cerro de los Santos, entre cientos de artefactos de toda la Peninsula, siendo de gran importancia los romanos y los visigodos, destacando los grandes textos legales en bronce y el tesoro de las coronas de Guarrazar. También está previsto que recale en el Museo parte del tesoro procedente de la fragata Mercedes, expropiado a los robatesoros del Odissey. Después de tantos años de espera y con dos de retraso, nuestro entrañable MAN vuelve a la vida, con un impresionante lavado de cara y completamente remozado, dispuesto a mostrar buena parte de las mejores joyas de nuestro pasado histórico.