San Isidro, querido patrono de Madrid

J. L. Gamallo. Un año más madrileños de toda la vida, o recien llegados hemos vuelto a celebrar a San Isidro Labrador, querido patrono de la Villa y Corte, el quince de mayo. A pesar del gran desarrollo y crecimiento de Madrid, con la llegado de miles de nuevos habitantes, que no tenían porque conocer y sentir la tradiciones madrileñas, la fiesta de nuestro humilde Isidro parece firmemente asentada. Las nuevas generaciones de madrileños asisten a las diferentes convocatorias de carácter musical organizadas durante estos días en las Vistillas, que se convierte en un enorme lugar de encuentro para los jóvenes. Para los más tradicionales, la Pradera de San Isidro, junto a la ermita del Santo, inmortalizada ya por Goya, al otro lado del río Manzanares, sigue siendo el lugar preferido para pasar la jornada festiva, asistiendo a la misa, bebiendo el agua de la fuente del santo, recorriendo los diferentes puestos de la romería, con sus botijos y sus rosquillas, tontas y listas, que hacen las delicias de mayores y pequeños. Y luego comida campestre y familar en la pradera, teniendo como fondo una bella panorámica de la capital. Es toda una experiencia pasar un rato en la pradera, viendo como muchos madrileños y madrileños se siguen ataviando con típica indumentaria de chulapos y chulapas, incluidos muchísimos niños de corta edad, felices de poder lucir en este día el traje popular madrileño. Los más atrevidos pueden lanzarse a bailar un chotis. Y luego por la tarde no queda más remedio que asistir a la procesión de San Isidro y Santa María de la Cabeza, precedidos por las asociaciones castizas con sus mejores galas, grupos de las casas regionales afincadas en Madrid, y las máximas jerarquías religiosas y civiles de Madrid, cerrando la procesión, y el fervor de los miles de madrileños que acudirán a manifestar su devoción un año más a su santo patrono.